Refresca tus recetas: cinco platos frescos para este verano

El calor aumenta conforme pasan los días y se acerca el verano, y si no queremos quedarnos por el camino hay que empezar a pensar en adaptar las recetas a la temperatura del ambiente. Sopas, guisos y platos pesados dan repelús sólo de pensarlo con tanto calor, por lo que hay que empezar a pensar en platos frescos para este verano: con muchos ingredientes crudos, productos de mercado y sin tener que pasar por los fogones, podemos alimentarnos hasta la llegada del otoño, cosa que nuestro cuerpo agradecerá. Cinco recomendaciones:

Gazpacho verde. El gazpacho andaluz es, sin duda, una de las estrellas del verano. Para huir de la receta clásica, una buena opción es su variante verde: con la base de pan, aceite y vinagre que lleva el tradicional, añadiremos distintos vegetales para darle ese toque de color. Pepinos, pimiento verde, apio, espinacas, perejil y albahaca darán a este gazpacho su verde, y para dar sabor y textura habrá que poner también un diente de ajo, una cucharada de azúcar, nueces, yogur y un poco de pimienta.

Salpicón de marisco. Uno de los platos frescos para este verano que seguro se ven en muchas mesas, tanto de restaurantes y terrazas como de casas, es este clásico. Una receta muy mediterránea que admite distintos tipos de marisco, desde gambas hasta pulpo, pasando por langostinos, choco o langosta. Consiste mezclar el marisco hervido y enfriado con pimiento, tomates y cebolla picados en pequeños dados y una sencilla vinagreta a base de aceite de oliva, sal y un poco de vinagre. Sabroso y refrescante.

Ensaladilla nevada. El verano es territorio de ensaladillas. Más allá de la rusa o la clásica de bocas de mar y salsa rosa, hay muchas opciones. Una de ellas es la llamada ensaladilla nevada: consiste en espárragos blancos troceados, tacos de jamón cocido, langostinos cocidos, surimi, pasas, mayonesa y cebollino. La magia, y de donde le viene el nombre, está en la nieve. Una vez emplatado, cubrir con una fina capa de coco rallado, que dará un punto diferente de textura y sabor.

Pastel de pollo. Con un poco de pollo desmigado (incluso aprovechando de otra comida que haya sobrado),mezclamos con aceitunas, escarola, mayonesa y pimiento asado. Una vez tengamos la mezcla, colocamos un molde sobre un plato y vamos haciendo capas: una de mezcla, una de pan de molde. Cuando haya varios pisos, a modo de lasaña, retiramos el molde. Para que quede más vistoso, puede añadirse una capa de mayonesa que uniforme la superficie, y colocar aceitunas o tiras de pimiento a modo de decoración. Nutritivo, completo y sencillo de hacer.

Ensalada de garbanzos. No hay verano sin ensaladas. Pensar en platos frescos para este verano y no incluir una de ellas sería un crimen. Para tener todos los nutrientes que requiere nuestro cuerpo, podemos optar por una con garbanzos. Pueden valer los cocidos que venden en botes en el supermercado, pero también podemos hacerlos caseros tras comprarlos crudos. Una vez utilizados como base, se pueden añadir ingredientes al gusto, aunque con la siguiente receta el éxito está asegurado: tomates cherry, tacos de pavo, maíz, queso fresco y una sencilla salsa a base de aceite de oliva, crema balsámica de módena y orégano. Deliciosa.

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