Cinco destinos de interior para pasar un verano poco masificado

Los destinos de interior son una buena idea para encontrar la tranquilidad en vacaciones. Habitualmente, los lugares de sol y playa son escenario de masificaciones: restaurantes en los que es complicado conseguir una reserva, precios inflados, piscinas abarrotadas y empujones en los supermercados estresan más que cualquier oficina. Por eso, irse lejos de la playa puede ser un buen remedio contra los agobios y la receta exacta para conseguir descansar en verano. Y en España, pese al tópico de destino vacacional costero, hay mucho donde elegir.

Valle del Jerte

En el norte de Extremadura, en la parte más cercana a Castilla y León, se encuentra este paraje natural declarado bien de interés cultural. Además de uno de los destinos de interior más encantadores de España, es perfecto como punto de turismo activo: senderismo, barrancos, zonas de baño… Multitud de actividades para hacer en un entorno verde que invita a la relajación y el esparcimiento.

Vielha

El El Valle de Arán de Lleida se encuentra, a casi 1.000 metros de altura, la preciosa localidad de Vielha. Es un destino muy habitual en invierno, en temporada de esquí, pero con el buen tiempo es perfecto para sacarle partido a otras de sus facetas. Su encanto pirenaico y agreste, su gastronomía y su entorno natural son ideales para un verano fresco, lejos de los empujones por plantar la sombrilla en primera fila y con una larga lista de actividades a realizar.

Potes

A los pies de los Picos de Europa, en su parte cántabra, se encuentra uno de esos pueblos que parece que se haya quedado en la Edad Media. Potes es uno de los destinos de interior predilectos en la cornisa norte de España, y un lugar perfecto para disfrutar de la gastronomía de montaña, de una localidad encantadora hecha de piedra y de una localización que invita a hacer mil y una excursiones a puntos de interés de alrededor.

Guadalest

Alicante suele asociarse con turismo de sol y playa, pero la provincia en su conjunto tiene mucho más que ofrecer. Un claro ejemplo es Guadalest, que parece traído de otras latitudes: aire montañoso, entorno completamente verde y un castillo coronando el pueblo que le da un empaque muy característico.

San Lorenzo de El Escorial

Muchos madrileños huyen de la ciudad en dirección a las playas cuando llega el calor y el asfalto de la ciudad se vuelve insoportable. Cerca de la capital se encuentra San Lorenzo de El Escorial. Es una localidad llena de historia e historias, con una gran oferta cultural y gastronómica y una vegetación espectacular para disfrutar y olvidarse de las masas en verano.

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