Cinco destinos fríos para refugiarte del calor este verano

Buscar entre los destinos fríos para evitar las grandes concentraciones de turistas y las altísimas temperaturas de algunos puntos litorales puede ser una buena idea para pasar el verano de una forma más relajada. Taparse al dormir, no pasarse el día sudando y poder hacer planes al aire libre durante el día sin necesidad de un aire acondicionado no son utopías en julio y agosto: toma nota de los siguientes puntos.

Benasque. En la provincia de Huesca, cerca de la frontera con Francia, se encuentra la pintoresca localidad de Benasque. Es un lugar para disfrutar de su entorno natural: bosques, lagunas, senderos o cascadas son algunas de las cosas que pueden disfrutarse alrededor del pueblo, cuya gastronomía de montaña también es imprescindible conocer. A más de 1.100 metros de altitud, sus templados veranos son el refugio perfecto contra el abrasador asfalto y las playas masificadas.

Andorra. Aunque técnicamente supone salir de España, su proximidad y facilidad de acceso hacen de Andorra una excursión recurrente desde casi cualquier punto de la península. La capital del Principado, Andorra la Vella, es (al igual que Benasque) un gran lugar al que escaparse para disfrutar de la naturaleza. Con una temperatura media de 18 grados en verano, su arquitectura románica y el balneario termal de Caldea atraen cada año a muchos visitantes fuera de la temporada de esquí en busca de destinos fríos veraniegos.

Galicia. Casi cualquier punto de Galicia es perfecto para verano. Desde el ilustre camino de Santiago hasta las Islas Cíes, la mágica Pontevedra o su acogedora vida rural, todo el territorio gallego (con su increíble gastronomía) es perfecto para visitar en verano. Temperaturas suaves, refrescantes lloviznas y un acento lugareño que nos hará volver a casa cantando.

San Sebastián. Con una temperatura media que no llega a los 20 grados en julio y agosto, la capital guipuzcoana es ideal para esconderse del calor en verano. La playa de La Concha, su centro histórico, las esculturas de Chillida, su historia y cultura hacen de San Sebastián uno de los mejores destinos fríos que podemos encontrar sin salir de España, con el añadido de que su proximidad con la frontera francesa permitirá excursiones de ida y vuelta a bonitas localidades fronterizas del país vecino.

Cantabria. Playa y montaña, gastronomía y cultura. Santander es una ciudad que merece la pena conocer, especialmente en verano, y a la que además puede sacarse mucho más partido con excursiones a pueblos de alrededor. El Palacio de la Magdalena, en la península de idéntico nombre, es una de las visitas obligatorias en la ciudad, pero al salir de ella hay localidades que bien valen el camino: Potes, San Vicente de la Barquera o Santillana del Mar son, cada una a su estilo, encantadoras.

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